Los Filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air Filters) están destinados a retener las partículas que otros filtros son incapaces de capturar.
Las partículas inferiores a 0,3 micras, debido a su reducido tamaño, son potencialmente peligrosas para la salud y los ecosistemas. Su tamaño les permite sortear otros mecanismos de filtración y las defensas naturales de nuestro cuerpo y alcanzar el flujo sanguíneo, afectando a diversos órganos, nuestro sistema nervioso central e incluso el sistema reproductor cuando presentan tamaños inferiores a 0,1 micra.
Este tipo de filtros se dividen en dos categorías, H13 y H14, y se caracterizan por retener como mínimo el 99,95%, en el caso de H13, y el 99,995%, en el caso de H14, de las partículas inferiores 0,3 micras.
Sus excepcionales capacidades de retención de partículas microscópicas los hacen especialmente valiosos en la prevención de la propagación de patógenos y la retención de partículas ultrafinas, tratando el aire cuando se requieren niveles muy exigentes de calidad, como en los quirófanos de los hospitales, los laboratorios o las salas limpias de fabricación.
Los filtros HEPA logran la retención de las partículas valiéndose de mecanismos de filtración diferentes al tamizado, el mecanismo predominante en otra tipología de filtros destinados a la retención de partículas más grandes.
En este tipo de filtración tienen mayor importancia los mecanismos de intercepción, inercia y la difusión.
Las partículas suspendidas en el aire, al entrar en el entramado de fibras del filtro, tienen fundamentalmente dos comportamientos: las más pesadas serán arrastradas por la inercia del flujo de aire y las más ligeras tendrán trayectorias erráticas, sin ser influenciadas totalmente por la corriente.
Al pasar el aire alrededor de las fibras del filtro, este se verá obligado a sortearlas haciendo giros bruscos y cambios en su trayectoria. Las partículas más pesadas no podrán realizar los giros bruscos y terminarán chocando con las fibras por inercia, quedando atrapadas en la superficie. Las partículas más ligeras quedarán atrapadas por las fibras cuando, a medida que siguen su trayectoria errática y difusa, toquen alguna de ellas.
La filtración HEPA es una tecnología muy eficaz para eliminar partículas ultrafinas del aire. Al elegir el filtro HEPA adecuado para tus necesidades, puedes ayudar a mejorar la calidad del aire de tu espacio de trabajo y de tu empresa.
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