Durante el invierno pasamos más tiempo en espacios cerrados, por lo que es fundamental asegurar una óptima calidad del aire interior. ¿Qué método es el más sencillo y rápido para renovar el aire interior? Una correcta ventilación diaria abriendo puertas y ventanas.
La calidad del aire en el interior de los hogares a menudo es peor que en el exterior, especialmente en las ciudades. Concretamente, el aire que respiramos en casa puede estar entre dos y cinco veces más contaminado que el de la calle.
En invierno la problemática se agrava porque, debido lógicamente a la climatología adversa, pasamos más tiempo encerrados en casa. Y si para calentar el ambiente utilizamos sistemas de combustión como estufas de gas o chimeneas de leña que no son estancos, el riesgo de que se incremente el nivel de CO2 en el aire es evidente. Sin olvidar que los ambientes demasiado caldeados son caldo de cultivo para una mayor presencia de ácaros y otros microorganismos que pueden ser causa de problemas respiratorios, alergias y afecciones cutáneas.
¿Y qué hacer si no podemos mantener abiertas las ventanas mucho tiempo?
La respuesta es clara, debemos contar con una ayuda tecnológica suplementaria en forma de filtro de aire.
La efectividad de un filtro de aire depende de cómo recoge contaminantes del aire de interiores. Los mejores filtros logran una eficacia de filtrado superior al 99% de las partículas, gracias a la incorporación de filtros HEPA, especialmente indicados para personas con alergias al polvo, el polen y los ácaros.
En ANDEFIL, contamos con una amplia gama de filtros para poder abarcar cualquier necesidad, siendo fieles a nuestra filosofía «Fabricamos hoy para mejorar el aire de mañana».